Sin resuello era el resultado de una larga jornada laboral como travesía del serenghetti. Pensaba apaciguar mis nervios estereotipados en un balanceo optimista escuchando a Buddy Holly mientras saboreaba un buen trago de resucita vidas.
Allí me encontraba deleitandome en el deseo y la paz hogareña relajado como la nota que surca el bosque sin encontrar respuesta. Con la planicie del pensamiento empeñado en borrar toda energía negativa que pudiera brotar el día naciente en cualquier esquiva hora. Trate de sumergirme en el relax mas absoluto.
Pasados unos instantes de ojos cerrados y ensoñaciones varias dejé mi sesión para someterme a una ducha reparadora.
En la pura reverberación me acerqué sin saber por qué a mi despacho. Sobre la mesa un sobre de misterioso formato. No era uno al uso corriente. Su logo era de una empresa subsidiaria del ayuntamiento de mi ciudad. Nunca tuve noticias de ella. Siempre oí hablar en los corrillos del hampa sobre esta empresa pero parecía más una brisa fantasmal que una arcana realidad. Estupefacto abrí el sobre. Al leer su contenido la sorpresa se hizo tan mayúscula como la historia de nuestro recorrido.
Así fue como pude comprobar que la empresa subsidiaria del ayuntamiento que se dedicaba a hacer muestreos estadísticos confirmaba la sospecha de los oscuros malos fondos. Era simplemente un encargo complementario para confirmar el presagio ceniciento de la inteligencia censurada. Era el servicio inteligente del Estado asociado para no levantar sospechas con el ayuntamiento y con los servicios secretos de investigación.
Allí me encontraba deleitandome en el deseo y la paz hogareña relajado como la nota que surca el bosque sin encontrar respuesta. Con la planicie del pensamiento empeñado en borrar toda energía negativa que pudiera brotar el día naciente en cualquier esquiva hora. Trate de sumergirme en el relax mas absoluto.
Pasados unos instantes de ojos cerrados y ensoñaciones varias dejé mi sesión para someterme a una ducha reparadora.
En la pura reverberación me acerqué sin saber por qué a mi despacho. Sobre la mesa un sobre de misterioso formato. No era uno al uso corriente. Su logo era de una empresa subsidiaria del ayuntamiento de mi ciudad. Nunca tuve noticias de ella. Siempre oí hablar en los corrillos del hampa sobre esta empresa pero parecía más una brisa fantasmal que una arcana realidad. Estupefacto abrí el sobre. Al leer su contenido la sorpresa se hizo tan mayúscula como la historia de nuestro recorrido.
Así fue como pude comprobar que la empresa subsidiaria del ayuntamiento que se dedicaba a hacer muestreos estadísticos confirmaba la sospecha de los oscuros malos fondos. Era simplemente un encargo complementario para confirmar el presagio ceniciento de la inteligencia censurada. Era el servicio inteligente del Estado asociado para no levantar sospechas con el ayuntamiento y con los servicios secretos de investigación.
Fresh strikes back!!!
ResponderEliminar