Entre las carpetas y por cualquier lugar surgen legajos y papeles inesperados en la casa de cualquier aficionado a las letras. Como veo que la sociedad cambia poco en determinadas cosas, me parece interesante recuperar un artículo que escribí en el año 97 como consecuencia de las primeras jornadas que se celebraban en la localidad de Trujillo sobre racismo y xenofobia. Dicho artículo decía lo siguiente:
La Sociedad se dirige a velocidad de vértigo al alba del siglo XXI. En las postrimerias de nuestro siglo siguen enquistados los mismos males que han martirizado las conciencias de los hombres a lo largo de la historia. (He de decir que nada cambió y que, incluso hay mayores peligros en la madrugada de hoy 7/4/13).
Mal endémico de la sociedad occidental es la introversión hacía el mundo exterior. A ese mundo sin dolares que la rodea. A la cantidad de inmigrantes, de balseros que intentan aferrarse a la solución capitalista. Huida de miedos, de persecuciones de un mundo mal entendido. Viciado por la economía macrogigantesca de ese liberalismo a ultranza de los paises avanzados.
Se cierran las fronteras de las metropolis para unicamente dar paso a las materias primas y a las riquezas del Africa negra. A los hombres se les está vetado el paso. Sobre todo, si la raza es su documento de identificación.
Grandes países antaño, como Francia idealizadores de un regimen en el que preconizaba la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, dan paso ahora a un chovinismo radicalizado. Al inmigrante se le achacan todos los males, un peligro que no es tal. De un virus como pudiera ser la "peste" en el siglo XIV, o como el Sida hoy en día.
Ante esta avalancha de despropsitos y de esta maniobra orquestada de la ultraderecha francesa, la sociedad humana se ha movido. Solidarizandose con el pobre, con el apestado. Campañas de unión, de confraternización se van extendiendo por el resto de los países europeos, entre ellos España.
Precisamente en la localidad española de Trujillo, se van a celebrar unas jornadas contra la xenofobia y el racismo. Jornadas de unión interracial. Serán los días 15 al 17 de marzo del presente 1997.
Unas jornadas en las que se pretende imbuir al resto de los mortales de la idea de solidaridad. España precursora de la vida marital de varios pueblos. Mezcolanza de culturas y crisol de razas, ha sabido avanzar con el paso de los años en ese vaivén de raíces. Pero, ahora, corre el peligro de contagiarse de ese mal que integra a las economias explotadoras. Por ello, no ha de bajar la guardia y seguir por el camino integrador de los hombres.
(Creo que de nada sirvió, la voracidaz lamentablemente es mayor).
La Sociedad se dirige a velocidad de vértigo al alba del siglo XXI. En las postrimerias de nuestro siglo siguen enquistados los mismos males que han martirizado las conciencias de los hombres a lo largo de la historia. (He de decir que nada cambió y que, incluso hay mayores peligros en la madrugada de hoy 7/4/13).
Mal endémico de la sociedad occidental es la introversión hacía el mundo exterior. A ese mundo sin dolares que la rodea. A la cantidad de inmigrantes, de balseros que intentan aferrarse a la solución capitalista. Huida de miedos, de persecuciones de un mundo mal entendido. Viciado por la economía macrogigantesca de ese liberalismo a ultranza de los paises avanzados.
Se cierran las fronteras de las metropolis para unicamente dar paso a las materias primas y a las riquezas del Africa negra. A los hombres se les está vetado el paso. Sobre todo, si la raza es su documento de identificación.
Grandes países antaño, como Francia idealizadores de un regimen en el que preconizaba la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, dan paso ahora a un chovinismo radicalizado. Al inmigrante se le achacan todos los males, un peligro que no es tal. De un virus como pudiera ser la "peste" en el siglo XIV, o como el Sida hoy en día.
Ante esta avalancha de despropsitos y de esta maniobra orquestada de la ultraderecha francesa, la sociedad humana se ha movido. Solidarizandose con el pobre, con el apestado. Campañas de unión, de confraternización se van extendiendo por el resto de los países europeos, entre ellos España.
Precisamente en la localidad española de Trujillo, se van a celebrar unas jornadas contra la xenofobia y el racismo. Jornadas de unión interracial. Serán los días 15 al 17 de marzo del presente 1997.
Unas jornadas en las que se pretende imbuir al resto de los mortales de la idea de solidaridad. España precursora de la vida marital de varios pueblos. Mezcolanza de culturas y crisol de razas, ha sabido avanzar con el paso de los años en ese vaivén de raíces. Pero, ahora, corre el peligro de contagiarse de ese mal que integra a las economias explotadoras. Por ello, no ha de bajar la guardia y seguir por el camino integrador de los hombres.
(Creo que de nada sirvió, la voracidaz lamentablemente es mayor).
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