"El olvido"
Necesito hablar contigo como el que necesita besar a su novia. Y la barba se hace liana enredada de dudas.
Si quieres ver barahúnda absoluta en lo ajeno de mi mente. En los fantasmas austeros que lo pueblan. En los bosques existenciales que con ramas de palpito y estruendo hipotecan los secretos de mis cuitas. Consecuencia pues la alteridad de los rostros que germinan en la tez que me asiste.
Así pues no engendro la posibilidad de una certeza. Por decirlo de otro modo menos solipsista. Mi alteración no encuentra la forma de la firma de un solo yo. No creo en el solipsismo de manera radical. Ya que mi subjetivismo no aplica la identidad de la existencia de lo que puede ser conocido el propio yo.
Arrogarme la prescripción del tiempo y la excusa del vacío existencial me arroja en amargura de compost inexistencial. La visita celeste coyuntura de un ramo de preguntas sin punto de afinación. Me arrojo a la quimera y bebo la ilusión de un trago. Ese mismo trago devuelto en las lágrimas de tu silencio desde que te marchaste. Asimilando la confusa obviedad del escéptico. La insana podredumbre del que no encuentra consuelo en la religión y asiste con certeza al polvo disipado en el viento al reencuentro del olvido. Porque en definitiva todos tarde o temprano seremos olvido.
Papá estas ahí, me escuchas? Dime entre este embuste de silencio que estoy equivocado.
Seré una pulga en tu oído
Necesito hablar contigo como el que necesita besar a su novia. Y la barba se hace liana enredada de dudas.
Si quieres ver barahúnda absoluta en lo ajeno de mi mente. En los fantasmas austeros que lo pueblan. En los bosques existenciales que con ramas de palpito y estruendo hipotecan los secretos de mis cuitas. Consecuencia pues la alteridad de los rostros que germinan en la tez que me asiste.
Así pues no engendro la posibilidad de una certeza. Por decirlo de otro modo menos solipsista. Mi alteración no encuentra la forma de la firma de un solo yo. No creo en el solipsismo de manera radical. Ya que mi subjetivismo no aplica la identidad de la existencia de lo que puede ser conocido el propio yo.
Arrogarme la prescripción del tiempo y la excusa del vacío existencial me arroja en amargura de compost inexistencial. La visita celeste coyuntura de un ramo de preguntas sin punto de afinación. Me arrojo a la quimera y bebo la ilusión de un trago. Ese mismo trago devuelto en las lágrimas de tu silencio desde que te marchaste. Asimilando la confusa obviedad del escéptico. La insana podredumbre del que no encuentra consuelo en la religión y asiste con certeza al polvo disipado en el viento al reencuentro del olvido. Porque en definitiva todos tarde o temprano seremos olvido.
Papá estas ahí, me escuchas? Dime entre este embuste de silencio que estoy equivocado.
Seré una pulga en tu oído
JaviJerryLee2014
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